Consejos para desarrollar la motricidad gruesa
La motricidad gruesa incluye los movimiento de los músculos que afectan el desarrollo de acciones como caminar, correr o saltar.
Para llevar a cabo actividades motoras gruesas con los niños con un lugar donde pueda desenvolverse de forma gradual y al que pueda acceder fácilmente y sobre todo que le ofrezca seguridad ante cualquier accidente.
Existen varias formas y recursos sencillos que se puede utilizar a la hora de trabajar la motricidad gruesa:
Pelota
Con este recurso se puede llevar acabo una gran cantidad de ejercicios y retos para poner en funcionamiento nuestras extremidades. Botar, encestar, pasar, o derribar objetos con ellas puede resultar tremendamente divertido y más aún si lo hacemos en compañía y a través de algún juego.
Trabajar con los pies
Con el uso de los pies podemos realizar varias técnicas que podemos utilizar para ejercitarlos son los saltos, caminar de puntillas o con el talón, subir o bajar peldaños, correr dando patadas a un balón, chutar, pasarnos la pelota con otra persona, etc.
Ejercitar la cabeza y nuestro tronco
Para ejercitar y fortalecer el cuello es recomendable dar toques con la pelota, y todos aquellos ejercicios o juegos que requieran movimientos giratorios de de cabeza. El baile puede ser una excelente opción para trabajar sobre nuestro tronco y nuestro cuello.
Trabajar el cuerpo de forma global:
Tanto la danza como todo tipo de juegos clásicos como la comba o la práctica de diferentes deportes en equipo tales como el fútbol, el baloncesto o el hockey al aire libre pueden resultar muy beneficiosos para mejorar las capacidades motoras de los más pequeños así como para mejorar su salud en general y su resistencia.
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